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Big Up 2017: tres días de música, inspiración y medios en Murcia

Los pasados días 5, 6 y 7 de octubre se celebró la última edición del Big Up Murcia, una reunión destinada a celebrar la música mediante conciertos, charlas y conferencias, que nos pone en contacto con todos los estratos del mundillo musical a nivel incluso nacional.

El jueves 5 era la jornada destinada a calentar motores. Para comenzar a entrar en contexto, tras la rueda de prensa de inauguración a mediodía (donde la organización nos explicó que este año habían apostado por experimentar en el programa y apostar por la música en directo y la prensa musical), tuvo lugar la charla sobre el nuevo paradigma de la industria musical. Esta corría a cargo de Jam Albarracín (periodista musical en La Verdad) y José Carlos Sánchez (presidente de Warner Music Spain). El único truco que da el presidente de la discográfica para tener un grupo y no morir en el intento es trabajar, trabajar y aprender, buscar y seguir el talento. Según él, a día de hoy y por culpa del streaming, prima la cantidad sobre la calidad, la democratización de la música y la necesaria inmediatez ponen más obstáculos que facilidades a los creadores y es que estas plataformas aún tienen que crecer y madurar. “A veces no se tiene éxito con el primer disco, y eso es normal aunque vaya en contra de las tendencias actuales”, comentó, lo cual no sé si consiguió tranquilizar o preocupar más a los músicos que le escuchaban.

Por la tarde continuaron las charlas destinadas a los músicos con las intervenciones de SGAE y AIE. Con estas dos charlas nos quedó clara la importancia de proteger a los autores e intérpretes de las obras. Como dijeron, por supuesto, si somos un pequeño grupo que hace bolos en locales de la zona, estas cosas no tienen por qué entrar en nuestra lista de prioridades. Sin embargo, si nuestra música empieza a sonar y a circular, es algo que (según ellos) deberíamos tener en cuenta.

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Fizzy Soup por Lola López

Por la noche teníamos dos citas con el Big Up Live, es decir, la apuesta por la música en directo en salas de la que nos hablaron anteriormente. En Sala REM, El Niño de la Hipoteca había vendido todas las entradas para su concierto. Nosotros nos decantamos por acudir a la cita con Fizzy Soup, Trepàt y Pablo und Destruktion en Garaje Beat Club. Muy pocos acudimos temprano a la sala a ver a Fizzy Soup, pero eso no les minó la moral ni una pizca y los de Cuenca desplegaron toda su potencia sobre el escenario de la sala. El año pasado pudimos verles en formato acústico como un grupo extra del Big Up Calles y esa noche los temas de “Not so Far”, su primer largo publicado este mismo año, explotaron en eléctrico. Siempre es un gusto disfrutar de su directo enérgico, intenso y diferente, y esta vez no fue menos: como suele decirse, fuimos pocos pero así a más tocamos.

Después llegó el turno de los granadinos Trepàt, otro de los grupos predilectos de esta web. Sin embargo, a Trepàt le costó despegar, puede ser que se debiera a los constantes fallos de sonido que sufrieron o al hecho de que llevaran un tiempo alejados de los escenarios. Curiosamente, cuando decidieron arriesgar y enseñarnos un tema nuevo (que formará parte de su próximo disco) es cuando su atmósfera oscura y densa, que tanto nos gusta, consiguió cuajar. Encadenando cada uno de sus temas más cañeros, consiguen levantar la segunda mitad de su concierto y dejarnos con un buen sabor de boca.

El encargado de cerrar la noche fue Pablo und Destruktion con su demoledor concierto. Apenas eran 3 sobre el escenario pero se bastaron para llenar toda la sala y noquearnos. Tras poder disfrutar sus canciones en festivales y quedar fascinada, el ambiente de sala de conciertos añade una nueva dimensión a la intensidad de sus temas, especialmente los de “Predación”, su último disco, cuyos versos Pablo clamó a voz en grito desde el escenario. A la salida de la sala, el público se dividía entre los que no acudirían más a un concierto de Pablo y los que habíamos quedado fascinados.

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Trepàt por Lola López

El día siguiente, viernes 6, llegaba el turno de las actividades dedicadas especialmente a los medios musicales. La jornada comenzó temprano en los locales de ensayo Underground, donde Alv McMartin nos ameniza el desayuno con el piano mientras nos cuenta acerca de su trayectoria. No es el único músico que nos encontramos (lógico, teniendo en cuenta dónde estábamos), Sergio Bernal le toma el relevo para hablarnos de su pasión, la batería. Sergio es uno de los mejores baterías a nivel incluso nacional, así que pocos mejor que él para contarnos cómo es poder vivir de la música.

La siguiente parada fue en la fábrica de Estrella de Levante, donde Sico de Andrés (profesor de marketing y consultor de SEO para empresas) fue el encargado de dar la charla más especializada de la programación: nos habló del posicionamiento web. Por suerte o por desgracia, este es uno de los factores clave de cualquiera que administre una web, así que mucho más para aquellas de contenido periodístico y medios. Sea como sea, nos dejó con la cabeza hecha un hervidero de tecnicismos, webs, parámetros a medir y cosas que ni sabíamos que existían.

Tras una charla tan intensa nos vino bien la siguiente actividad que nos propuso el Big Up exclusivamente a los medios, y es que en AMA Estudios se encontraba Nunatak grabando su nuevo disco con el productor Raúl de Lara. Este nos desgajó los entresijos de Romper el Cielo, el último single de la banda, que se había grabado hace escasos días entre esas mismas paredes.

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Pablo und Destruktion por Lola López

Y por fin llegó el turno de uno de los platos fuertes del Big Up: las charlas de inspiración. El primero en sentarse a hablar sobre sus vivencias en el mundo de la música fue Raúl Gutiérrez, de Rulo y La Contrabanda, que si bien como músico no me causaba devoción, como orador me sorprendió muy gratamente. Contó experiencias más que interesantes y lanzó consejos muy sabios para todos los músicos que asistieron. Reconoce que hoy en día “no hay orejas para tanta banda” y confesó que él vive la música como algo más intenso incluso que una relación amorosa, algo en lo que te vuelcas plenamente y te parece lo más bonito y especial del mundo, pero cuando deja de funcionar te rompe por completo… Hasta que llega otro proyecto-relación y te rescata. Recordó también cómo a él le llegó la vocación cuando era muy pequeño y vio en ella un modo de superar y canalizar su timidez. Aconsejó a los jóvenes músicos que no se molesten en buscar un mánager, pero sobre todo perseverancia (aunque admite que quizá él tenía las ideas demasiado claras desde que empezó).

El siguiente orador era uno de los más esperados: Guille Galván, letrista, compositor y guitarrista de Vetusta Morla. Si bien Raúl nos habló acerca de sus experiencias en la música, Guille enfocó su charla hacia las letras y cómo se entrelazan con la música. Para él, los músicos “son como arquitectos: crean espacios que luego la gente hace suyos”, y afirma que Vetusta Morla apostó por las letras en español para conseguir eso, preocupándose por la sonoridad de las palabras y su buena conjugación con una melodía sólida pero al servicio de la letra.  Como era de esperar, poco tardaron en surgir las preguntas acerca del inminente nuevo disco de los madrileños. Aprovechó para dejar claro que, pese a que hayan confiado la distribución de sus trabajos a una multinacional, son dueños de sus decisiones y es por esto que, pese a que este es ya el cuarto álbum que van a publicar, la incertidumbre les sigue acompañando en cada paso que dan (pero asegura que eso no es malo). Contó también que le gusta trabajar con la idea tradicional de álbum, que sus canciones van conectadas por un hilo y aunque no se trate de un trabajo conceptual, los temas cuentan una historia con cohesión. Concluyó diciendo que “todo se reduce a sentir lo que haces y que lo que hagas sea honesto.”

Para la dosis de Big Up Live de esa noche la opción mayoritaria fue ver a Estúpido Flanders, Claim y Shinova en la Sala REM, sin embargo, nosotros nos decantamos por el potente directo de Cala Vento en la Sala Musik. Los de L’Empordà pisaron Murcia hace poco abriendo el B-Side Festival (donde ya demostraron de lo que eran capaces), sin embargo esta era la primera vez que veía al dúo sobre el escenario y salí de la sala deseando volvérmelos a encontrar pronto sobre otro escenario. Joan y Aleix venían presentando “Fruto Panorama”, su segundo largo con el que nos conquistaron a comienzos de este mismo año, pero no faltaron temas del disco debut homónimo con el que nos engancharon. Un concierto que se pasó como un parpadeo pero con la energía de un relámpago, porque Cala Vento no nos dieron tregua disparando un tema tras otro, a lo que nosotros respondimos sin dejar de bailar, saltar y gritar cada uno de sus frescos y directos versos.

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El tercer y último día del Big Up, el sábado 7, comenzó con la última actividad propuesta en exclusiva a medios: una mesa redonda a modo de debate y encuentro entre periodistas de medios tradicionales y nuevos medios digitales, influencers y blogueros. Como era de esperar, tratamos los temas que suponen un desafío o un quebradero de cabeza para este mundo a día de hoy: la tendencia a la sobreinformación, la excesiva inmediatez, la repetición de los contenidos en muchos medios, la eterna batalla entre papel y digital… Sin embargo, con apenas una hora de debate, salimos del Espacio Molinos del Río con más de un tema o argumento en el tintero porque llegaba el turno de la actividad más conocida del Big Up.

El Big Up calles es la seña de identidad de todo este proyecto. Este año, 6 bandas eran las encargadas de poner banda sonora a las calles de Murcia en un formato más bien acústico, aunque, como pudimos comprobar, parece ser que el término “acústico” tiene tantas interpretaciones como músicos lo empleen. Nuestra ruta comenzó con Galleta Piluda, quienes pusieron la nota irreverente a la jornada. Jamones con Tacones dieron un concierto acogedor y lleno de buen rollo en Floridablanca. Atrezo, por su parte, puso la nota más pop mientras que Moody Sake estrenó sus canciones rockeras en formato acústico. El Nuevo Acelerador (por cierto, la única banda del circuito con presencia femenina) dio un agradable y bonito concierto con el atardecer de fondo. Rey Lobo no dudó en tirar de equipo electrónico y formato más enchufado que acústico para sus canciones, lo cual se tornó en desventaja cuando comenzó a llover.

Finalizó así el Big Up 2017, tres jornadas llenas de música en todas sus formas y estados. Una edición más centrada, quizá, en los medios y los espectadores que en los músicos y la formación de los mismos, un año en el que la organización ha decidido arriesgar y poner su foco de atención en ámbitos diferentes a los de otras ediciones, y si bien no ha sido un programa redondo, esperamos que para próximas ocasiones puedan conjugar lo mejor de cada propuesta sin olvidarse de los jóvenes músicos de la Región y el circuito de acústicos por las calles, que es sin duda lo más especial del Big Up.

Más fotografías de los conciertos del Big Up 2017, aquí.

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Estas son las bandas que podremos escuchar en el Big Up! 2017

Hace unos días tuvo lugar la presentación del Big Up! 2017, donde presentaron las 6 bandas escogidas para su circuito Big Up! Calles de este año además de varias sorpresas en la programación de esta edición y que procedemos a desarrollar.

50 bandas murcianas se inscribieron para formar parte del circuito de acústicos por la calle, y tras la votación de un grupo de expertos y figuras del mundo musical (periodistas, promotores…) tan sólo 6 han sido las seleccionadas: Atrezo (quienes pondrán la nota más pop del circuito), El Nuevo Acelerador (que fusionan el pop con melodías más ruidosas), Galleta Piluda (un grupo que se sustenta en percusión y órgano y que este año han presentado su primer LP, «Chuflagaitas») , Jamones con Tacones (uno de los nombres más sonados y longevos de los seleccionados, y este año han presentado su primer trabajo de estudio, «Lukin for de fango»), Moody Sake (uno de los nombres que más despunta últimamente en la Región y otros que llegan al Big Up! con nuevo disco bajo el brazo, en este caso su segundo EP llamado «Top the Moody») y Rey Lobo (nombre bajo el cual se encuentra Víctor Miguel Hernández, quien además ha participado en la composición de bandas sonoras, llegando a estar preseleccionado para los Goya). La banda que queda como suplente es Naponia y aún no han sido desveladas las localizaciones de los acústicos de cada grupo.

BIGUP CALLE 2017 BANDAS

Como novedad para este año, el Big Up! ha incluido en su programación una serie de directos en diversas salas de la ciudad. Para ello, han contado con bandas de importancia nacional que estarán acompañas de bandas Big Up! de años anteriores.

El 5 de octubre El Niño de la Hipoteca estará en Sala REM a las 22:30h, en un concierto especial, en acústico, de aforo limitado y sentado. El precio de las entradas es de 10€ anticipadas y 12€ en taquilla. También el jueves 5 de octubre estarán, en este caso en la Sala Garaje Beat Club a las 22:00h, Pablo und Destruktion, Trepàt y Fizzy Soup. En este caso, la entrada será gratuita.

El día 6 de octubre tendrá lugar el concierto de Shinova, Claim y Estúpido Flanders en Sala REM a las 22:30h. El precio de la entrada es de 8€ anticipada y 10€ en taquilla. También el 6 de octubre, pero en sala Musik, podremos ver a Cala Vento y Poolshake a las 22:30h. El precio de la entrada también es de 8€ anticipada y 10€ en taquilla.

Para finalizar el ciclo Big Up! Live, el sábado 7 de octubre tendremos a Rulo y la Contrabanda en Sala REM a las 23:00h, también con un concierto en formato acústico e íntimo. En este caso, el precio de la entrada es de 10€ anticipada y 15€ en taquilla.

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Ambiente, actitud, oscuridad, amor, fiesta, Trepàt

Allá por diciembre, cuando el Microsonidos presentó su cartel para 2017, marcamos en nuestro calendario una cita ineludible para el viernes 24 de febrero: Trepàt en la Sala 12&Medio.

Entramos a la sala y nos encontramos con que la oscuridad que caracteriza a la 12&Medio va a juego con el grupo que ocupa su escenario. Los murcianos Tumefactum son los encargados de abrir la noche con su post-punk oscuro y grave. Son más sólidos que la última vez que les vimos en directo, también en el Microsonidos pero esa vez en la fiesta de clausura del año pasado, donde abrieron para Juventud Juché y Perro. Están presentando su nuevo largo homónimo y se les nota más compactos,  más seguros de sus canciones. Llenan más la sala con notables punteos de guitarra, el batería sigue tocando igual de frenético que como recordábamos y la actitud solemne de la bajista termina de sellar su puesta en escena, que llama la atención hasta de los que no terminamos de entender del todo su propuesta.

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Tumefactum por Lola López

Salimos a la puerta en el cambio de escenario porque incluso Mariano Rojas a medianoche es más luminoso que lo que hemos visto (y lo que nos queda por ver) esta noche en la 12&Medio. Fantaseamos acerca de los que nos tiene preparado Trepàt. El único encuentro que tuve con ellos fue en el pasado Festival SOS4.8 y apenas había escuchado entonces ‘Torturas en los bares’. Además, habíamos escuchado que cada directo de Trepàt es diferente.

Se abre la puerta de la sala, alguien grita que ya va a empezar y uno de mis acompañantes suelta al cruzar la puerta “qué ganas tengo de Trepàt, me apetece mirar lascivamente a alguien”. Y en esa frase se resume un concierto de los granadinos: ambiente, actitud, oscuridad.

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Trepàt por Lola López

Suenan demasiado bien. Desde la primera canción me doy cuenta de que la 12&Medio les viene como anillo al dedo. Trepàt se comen la sala con el ambiente que crean, nos envuelve su atmósfera como una espiral de la que no podemos (ni queremos) salir en toda la noche. Nos hipnotizan y engatusan, pero ellos mismos también están dentro de su juego. Sobre el escenario se lo creen, son actitud, están totalmente metidos en sus canciones y su puesta en escena, todo va acorde: los movimientos de su frontman como en trance, las (escasas) luces de la sala, el tono de sus canciones y el puñado de personas asistentes. El batería parece a punto de estallar y entendemos mejor que nunca eso de que el bombo resuena en toda la ciudad porque Trepàt se han traído el amor a Murcia.

‘Caballo’ y ‘Onix’ son los primeros cañonazos de la noche, contrastando con el silencio sepulcral que se hace en la 12&Medio cuando llega el turno de ‘Playa’, que se hace de rogar por problemas técnicos para finalmente dejarnos mecer por la voz de Miriam y el solemne crescendo que vertebra toda la canción. Entre tanto amor terrenal, queda tiempo para revisitar La Fiesta Oscura y seguidos vienen ‘Martirio’, ‘Transmediterránea’ y ‘Kalashnikov’, que pese a ser parte de su primer trabajo, suenan tremendamente sólidas y frenéticas, se notan reinventados, reformados con el sonido compacto y seguro que caracteriza al Trepàt más reciente.

No hacen falta más que un puñado de temas para afirmar sin miramientos que el de Trepát es uno de los directos más cuidados que me he encontrado nunca. No hay ningún tema que suene como en el disco, todos parecen haber sido estudiados al dedillo para sacar de ellos la mejor versión en directo, han sabido dar forma a todo su setlist alargando las canciones cuando estas lo necesitaban, fusionándolas o cambiándolas hasta hacerlas casi irreconocibles pero inevitablemente bailables (como es el caso de ‘El Amor Está en la Tierra’, que nos deja a todos boquiabiertos cuando Juan Luis suelta la guitarra, aferra con una mano el micrófono y con la otra una baqueta con la que aporrea un pad que suelta ritmos que nos hacen bajar la cabeza, soltar los hombros al ritmo, igual que ellos sobre el escenario). Como era de esperar, el clímax nos lo da ‘Torturas en los Bares’. El bajo nos arrastra y nos dejamos sumergir en Trepàt hasta el fondo y entre potentes sintetizadores y voces sampleadas, ‘Crack’ y ‘Retrofestiva’ nos llevan hasta el final de la fiesta.

Salimos de la sala sin acabar de creernos que esto acabe ya, pero no hay bis y vemos cómo los músicos cargan sus cosas hasta la furgoneta. Si hubieran hecho el setlist el doble de largo no nos hubiéramos quejado, no nos hubiera importado seguir hipnotizados por Trepàt durante otro buen rato.

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Ya conocemos la programación completa de la Sala REM para este trimestre.

Tras irnos desvelando poco a poco algunas de las fechas que nos esperan, esta mañana la Sala REM ha cerrado su programación para estos próximos 3 meses.

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Simplemente han desvelado 3 o 4 nuevos nombres que han completado la variada programación de la sala. Como este año pasado, la programación sigue dividida en Music, Club y Comedy, con programación de música en directo, djs y monólogos, respectivamente.

Para este último trimestre, la sala REM nos ha programado interesantes nombres internacionales como es el caso de The Octopus Project, quienes actuarán el próximo 13 de octubre; o Kakkmaddafakka, que actuarán el 20 de noviembre.

Pero sin duda, será el producto nacional el protagonista de su programación. Además de Coque Malla, que como ya os comentamos actúa el próximo sábado dento del Big Up, nos han programado importantes grupos de nuestro país, como son Triángulo de Amor Bizarro (15 de octubre), Novedades Carminha (21 de octubre), Los Enemigos (3 de diciembre), Trèpat (5 de diciembre), o Las Bistecs (17 de diciembre). Pero más allá del indie, habrá importantes citas de rap como Nach (14 de octubre) o de reggae como Green Valley (25 de noviembre).

También habrá presencia de grupos de la escena murciana, como es el caso de la cantautora Road Ramos (el 8 de diciembre) o del dúo Estúpido Flanders (11 de noviembre, teloneando a Zahara), a quienes podremos ver en el BigUp! Calle.

Dentro de la programación REM Club, junto a los Djs residentes de la sala, contarán con las sesiones de Maadraassoo (el 22 de octubre), DJ Coco (mañana) o el DJ Set de Ojete Calor (17 de diciembre, acompañando a las Bistecs). Y por otro lado, en REM Comedy, Miguel Noguera (13 de octubre9, Loulogio Pi (27 de octubre) y el show de la revista Mongolia (el 1 de diciembre) serán los platos fuertes.

Aún no tenemos el cartel con la programación completa, en cuanto la sala lo de a concoer actualizaremos la entrada y podréis marcaros en vuestras agendas las fechas imprescindibles.

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Crónicas, Festivales

El sorprendente y sobresaliente viernes del SOS 4.8 2016

El pasado fin de semana tuvo lugar, como ya sabréis, el SOS 4.8, la más importante cita festivalera de nuestra región (con permiso del genial festival que es La Mar de Músicas, pero ocupan espacios completamente distintos). El Final del Círculo estuvo allí, y vamos a contaros nuestras (bastante buenas) sensaciones, a pesar de todo.

El honor de abrir la jornada del viernes, y por tanto el festival, recayó sobre Soleá Morente. La hija del granadino tenía previsto comenzar a las 4 y 10 de la tarde, pero un (al parecer) problema en un foco del escenario Estrella Levante le obligó a retrasar el concierto algo más de 10 minutos. Acompañada de una genial banda, entre la que cabe destacar la presencia de Florent de Los Planetas o de Antonio Arias de los Lagartija Nick, la artista nos dio un soberbio concierto de nada más que 4 canciones (desde el parecer de un servidor, fue un error no devolverle esos 10 minutos perdidos) con esa fuerte raíz del folclore de su tierra e interpretadas de forma soberbia. Sin duda, un concierto gourmet que hizo que, a pesar del horario, un buen número de asistentes se acercara a verla.

Como era de esperar, nada más acabar la gaditana, el jovencísimo grupo navarro Belize, uno de nuestros imprescindibles, empezó en el escenario “secundario”. Con un sonido un tanto mejorable los dos primeros temas, con el cual apenas oíamos los punteos de guitarra, el resto del concierto se desarrolló sin problema alguno y el público, cuyo número no difería mucho del de Soleá, no paró de bailar los geniales y, como se dice aquí en Murcia, bonicos temas de su primer disco. El cierre, con ‘Egos’, dejaba claro que la propuesta de estos chavales merece algo más que atención.

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Belize por Lola López

Siguiendo con la alternancia entre los dos escenarios, era el turno del potente directo del supergrupo Corizonas, pero tras haber disfrutado del mismo en el Sansan y con la perspectiva de hacerlo en el Sonorama Ribera, decidí cumplir la medio promesa y acercarme a ver a los paisanos Los Últimos Bañistas (en este ocasión con formación de lujo, Alex Dumdaca se encargó de la batería, conformando así al quinteto que grabó Expedición (Son Buenos, 2015)) en el escenario que sería mi hogar la mayor parte del festival, el escenario Jägermusic. Aun así, mi compañera Lola sí decidió quedarse con Vielba y compañía, y es que ofrecieron un concierto lleno de actitud y presencia (no solo la del showman que es el cantante), haciendo al público contagiarse de su energía y sus ganas sobre el escenario. Pusieron el colofón con una versión de Black Sabbath que sorprendió a todos los que se acercaron a ver a la fusión entre Los Coronas y Arizona Baby.

Por su parte, Los Últimos Bañistas, con un sonido bueno pero que se resentía al fundirse con la potente propuesta del concierto del Escenario Estrella. Aún así, en el sitio adecuado se disfrutaba de los geniales temas de Expedición, su debut homónimo o los singles que nos han dejado estos últimos meses, y no defraudaron al discreto (e incondicional) público. Además, los acompañantes que se vieron arrastrados, salieron cantando que no, no es por amor, sino por dinero.

Tras este concierto, y como introducción al siguiente, surge la inevitable pregunta: ¿no es siempre un placer ir de festivales y descubrir algún grupo? O, simplemente ¿que dicho grupo, al que habías escuchado muy por encima (bien por la falta de canciones en las plataformas de streaming o por falta de tiempo), te sorprenda muy gratamente y te haga fan suyo? Pues eso, especialmente lo segundo, sería el resumen del concierto de Spring King. Los británicos eran el plato de la iniciativa UK Calling que un servidor se había molestado en escuchar, y los singles del que será su álbum debut y algún que otro tema de su EP habían servido para acercarse al Inside de nuevo. Con su cantante batería y sus guitarrazos, presentaban un sonido fresco que recuerda mucho al de los Ramones. Hay que reconocerlo, aunque también podrían llegar a hacerse repetitivos, no parecieron ser tan monotemáticos. Se les seguirá la pista muy de cerca, dado que ‘Rectifier’ o ‘The Summer’ son dos más que buenas cartas de presentación.

Baywaves, con sólo un EP en su haber, también eran de los imprescindibles de nuestro SOS 4.8, y con su fórmula psicodélica que recuerda a una (genial) fusión entre Tame Impala y Unknown Mortal Orchestra, comenzaron desde el principio potentes, y esto se tradujo en que en el escenario, y a pesar de la posible mezcla de sonido con Mew, se notara un ambiente propio del cuarteto cuyo bajista nos dejó flipados con su estética y sus movimientos. Baywaves tiene un cantante por un lado y un frontman silencioso por otro; además unos temas geniales como ‘Time Is Passing You By’ que les valen para tener la lupa de gran parte del público y la crítica encima.

El que parecía que en un principio que iba a ser un SOS sin un gran aliciente se convirtió en un festival para tachar grupos pequeños, emergentes o que acababan de explotar, y la lista seguía. Esta vez con Toundra, y de nuevo, en el escenario secundario (si no llega a ser por Soleá Morente, uno no hubiera pasado por el Estrella Levante), el público asistente disfrutó de uno de los grupos con mejor directo del panorama nacional. Si bien es cierto que la arriesgada apuesta de los madrileños, al carecer de parte vocal, puede aburrir a algunos, la energía y los guitarrazos eran potentes a más no poder, y la fuerza y la energía del cuarteto caló desde el principio a los espectadores.

Tras la energía de Toundra, era el turno de los cabezas de cartel de la noche. Manic Street Preachers, en su gira 20 aniversario del Everything Must Go se adueñaron del escenario Estrella Levante, pero servidor, no siendo seguidor del grupo y habiendo escuchado poco más que un recopilatorio, decidió hacer caso de sus necesidades y cenar con los galeses de fondo. Se le hicieron algo monótonos e incluso lentos. Tal vez porque ese disco no es de lo más potente que han hecho o tal vez porque, como la mayoría de los álbumes de cualquier grupo, siempre hay canciones  prescindibles. Aún así, es inevitable canturrear temas más míticos como Motorcycle Emptiness o If You Tolerate This Then Your Children Will Be Next. Aun así, los galeses defendieron su setlist con la experiencia de un grupo que lleva años sobre un escenario, y supieron satisfacer correctamente al sector más rockero de los asistentes al festival murciano.

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León Benavente por Lola López

Como era de esperar, teniendo en cuenta el fenómeno fan que acompaña al grupo, fueron varios los que decidieron acampar en el escenario Inside aguardando la salida al escenario de Love of Lesbian. Lola no duda en ir a ver a los catalanes, que se sumaron al cartel del SOS4.8 anunciando que este sería su primer escenario festivalero con nuevo disco bajo el brazo, y se notaba: la emoción de quien comienza una gira nueva, con nuevas canciones en el setlist, se reflejaba en todos los músicos del grupo (y en Ricky Falkner, invitado de lujo), y la expandieron por toda la Fica. Acompañados de un espectacular juego de luces y disfraces, defendieron estupendamente un setlist puramente festivalero, compuesto por los temas más movidos de su discografía en español para no dar respiro al público en un concierto que se hizo corto.

Para evitar que se fundiesen los sonidos con los catalanes, Trepàt retrasó apenas 5 minutos el inicio de su concierto. Con un sonido genial y muy característico, el grupo repartió casi a partes iguales el setlist entre sus dos discos. Servidor, habiendo escuchado apenas un par de veces el primero pero teniendo más que trillado ese ‘El amor está en la tierra’, disfrutó con todo el concierto, atendiendo a las que menos conocía y dándolo todo en temas como ‘Crack’  y ‘Retrofestiva’ o, sobretodo, en los “arranca, arranca, arranca” de ‘Torturas en los Bares’. Además, el juego de luces que les acompañaba era genial, con los justos focos entre un mar de oscuridad que era idóneo para el sonido del grupo, creando su característico ambiente oscuro y envolvente.

Llega el turno de León Benavente, otro de los platos fuertes nacionales del festival, y uno de los directos más esperados (especialmente por Lola). Se puede notar la expectación en el aire en los minutos previos a que el grupo salga al escenario: los focos rojos parpadean en el escenario Inside al ritmo de los bocinazos de Tipo D, y Abraham Boba y los suyos salen a escena. El setlist ingluye ‘2’, su nuevo disco, completo, pero no faltan temas de su primer álbum como ‘Ánimo, valiente’ o ‘La palabra’. Se alternan las canciones más potentes, como ‘Gloria’, donde grupo y público a partes iguales sacan la energía que aún les queda, con temas más melódicos para corear con las manos en alto. Quedo con la sensación de que los vería de nuevo una vez acabaran, es que gritar los versos de Habitación 615 mientras el potente bajo de este tema retumba por toda la Fica es una sensación que merece la pena repetir.

Tras el genial cierre del grupo liderado por Abraham Boba (‘Ser Brigada’ siempre será un tema demoledor), gran parte del público se fue a ver el que algunas personas catalogaron como circo y otras como conciertazo de Matt & Kim, pero servidor, dejándose llevar por sus acompañantes se acercó, sin muchas expectativas, a otro de los grupos el UK Calling. The Big Moon presentaban un sonido garajero que irremediablemente te hacía pensar en las Hinds. Sin llegar a los niveles de estas, el cuarteto femenino me dejó con las mismas que fui. Con más acoples que ningún otro grupo en el mismo escenario (el Jägermusic de nuevo), no presentaron una propuesta nueva y a menudo sonaron poco sólidas. Una pena que ese fuera el cierre del festival y que no hubiera nada atrayente para matar el tiempo hasta el concierto de The Suicide Of Western Culture en el mismo escenario, pues nos vimos medio obligados a sacrificar dicho concierto y dar por concluida esta primera jornada.

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