Salen a escena los 4 músicos de la banda que acompaña a Coque, y suenan las cuerdas (desde un ordenador esta vez) que dan la entrada al propio Coque Malla y nos chivan qué tema será el que abra este concierto en el Teatro Circo. ‘La señal’, tema que abre el último disco del artista, es también el que abre el concierto.
Esta noche, la banda consigue conectar con el público, algo crucial en un concierto en teatro. Un público que se limita a quedarse en sus butacas y aplaudir correctamente al final de las canciones no favorece un concierto, pero el público esta noche tiene ganas del concierto que ha venido a ver, y no reprime sus aplausos, los vítores ni los comentarios a los músicos en los silencios, y estos responden, creando un clima de complicidad bajo la bóveda del Teatro Circo de Murcia.
Aun así es la aparición de la guitarra eléctrica la que consigue captar al máximo la atención del público, y temas como ‘She’s my baby’ consiguen enganchar a todos los presentes. Esta sería la tónica de la noche, y es que Coque alternó entre guitarra acústica y eléctrica durante todo el setlist, intercalando temas más delicados y melódicos con otros más eléctricos y movidos. Pese a tratarse de un concierto de la gira por El Último Hombre en la Tierra, su último disco, en el repertorio no faltaron temas de La Hora de los Gigantes ni de Termonuclear, e incluso pudimos disfrutar de rarezas como ‘At the movies’ y ‘My beautiful monster’.

Coque Malla por Lola López
El cantante presenta y alaba a su banda, al público y al propio Teatro Circo antes de la esperada ‘Lo hago por ti’, single de este nuevo álbum, y poco después el ritmo de carrusel de la homónima ‘El último hombre en la Tierra’ nos mece en el asiento, y los propios músicos se contagian de su cadencia. En este concierto de contrastes seguimos con un momento de emoción general con ‘Berlín’ (favorita personal de una servidora), pero a continuación uno de tensión con ‘La carta’. Viendo este tema, se entiende por qué el sitio elegido para el paso de Coque Malla por Murcia ha sido el Teatro Circo: la parte recitada de esta canción cobre pleno sentido sobre las tablas del teatro, pero no es sólo ahí donde vemos la perfecta fusión que hace el artista de la música y la interpretación, y es que todas sus canciones tienen cierta parte de teatro que queda visible cuando las escuchamos tocadas encima de un escenario como este.
Aparece en el escenario Joaquín Talismán para ‘Todo el mundo arde’. “-¿Qué haces aquí, Joaquín? – Tocar blues.” Coque suelta el micrófono y se acerca hasta el borde del escenario para seguir con esta fusión entre teatro y música, bailando con el micrófono con la confianza y la experiencia de quien es capaz de cambiarse de guitarra sin quitarse el sombrero. No voy a olvidarme de la banda, compuesta por 4 músicos impecables: un guitarrista plantado impasible ante el micrófono, tocando sin dar el menor fallo; un teclista que toca totalmente concentrado en su instrumento, casi completamente ajeno al público que le rodea; un bajista, a quien parece que le duele cada nota que da, pero que consigue que los graves se extiendan por todo el teatro circo y retumben en la madera del suelo; y un batería que cuida al detalle cada mínimo golpe que da a los platos.
Los arpegios del inicio de ‘Una moneda’ van de la mano de un general ‘oooh’ del público, y si antes hablábamos de momentos emotivos, la palma se la lleva la versión que hacen de ‘Heroes’, de Bowie: incluso a la propia banda se le nota le emoción durante la canción.
“¿Habrá terminado Quique? Esta va para Quique. Seguro que estaréis pensando que tendríais que haber ido al de Quique.” Con este comentario, Coque Malla hace referencia al overbooking de conciertos que últimamente encontramos en Murcia: esa misma noche Quique González estaba tocando en el Auditorio Víctor Villegas, lo cual se notaba en el público, que no acababa de llenar las butacas.
Los temas de Termonuclear, más acústicos y minimalistas, consiguen llenar el ambiente en el contexto de este concierto, y ‘No puedo vivir sin ti’ engancha por completo a un público totalmente cómplice con la banda: los clásicos siempre funcionan y más si, como este, están bien adaptados al sonido actual del artista.
Un concierto que no decepcionó ni a los que se sentaron en la butaca con las expectativas más altas, en el que la banda defendió estupendamente un setlist variado y para todos los gustos, que se llegó a hacer corto pese a sus 21 canciones, pero que sin duda maravilló a todos los asistentes.